lunes, 19 de agosto de 2013

Montesquieu


Montesquieu, en 1748, hace más de 250 años, señalaba que hay tres especies de gobierno: el republicano, el monárquico y el despótico

 

En este último, el poder está en uno solo, que es el que gobierna, pero sin ley ni reglas pues gobierna el soberano según su voluntad y sus caprichos.

 

John Locke señaló en 1760 que la sociedad civil se funda sobre un contrato social el cual llamamos “Constitución”. De él, y sólo de él, derivan las leyes. Allí donde se honra el contrato, la Constitución, las sociedades se desarrollan. Allí donde se las desprecia o ignora impera la barbarie, cuyo fruto envenenado es el subdesarrollo.

 

El populismo “cala hondo”. Manipula al pueblo para satisfacer al caudillo de turno. Pretende una sociedad sin contradicciones, sin disenso, sin pluralidad. No ama la democracia, la soporta. En el populismo siempre molesta la división de poderes, la alternancia política, la independencia de la justicia. Inyecta pereza en el pensamiento, se atrofia la lógica.

 

Percibimos que somos parte de un país donde se auspicia la ignorancia, reaparecen los fantasmas del desabastecimiento, de la carencia de seguridad, de la inflación cínicamente negada, de la imposibilidad de brindar a los más carenciados un servicio de salud que les permita sentir la vida con optimismo

 

Queridos estudiantes —nunca dejarán de serlo— flamantes colegas, los felicito por el logro obtenido. Es un paso más, no el último. Les deseo éxito, no suerte, porque lo primero es el fruto del esfuerzo y la suerte, parte del azar.

 
Bienvenidos a la profesión. Muchas gracias y hasta siempre

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Archivo del blog

Seguidores

Datos personales